Hola de nuevo, chicas:
Mi chiquitín no quiso quedarse conmigo. Tuve una beta positiva pero muy bajita, pero luego bajó aún más. Así que estoy otra vez como al principio, o peor…
Infertilidad de origen desconocido y me recomiendan ovodonación para descartar otros problemas. Hoy mi ginecóloga no estaba y la que la suplía me lo ha explicado en modo «chachipiruli». Lo que viene a ser, que me lo ha contado como si me estuvieran salvando la vida. Pues no, para mí es un fracaso. Estoy luchando por conseguir algo por mis propios medios, y aprovecharme de los óvulos de una niña de 18 años no hace que me sienta precisamente una triunfadora. No, señores ginecólogos, eso es un triunfo para las estadísticas de su clínica pero no para la moral de una mujer que está quemando sus últimos cartuchos para ser madre. Porque si me meto en una ovodonación con mis 41 años, ya nunca más podré volver a intentarlo con mis óvulos.
Le he pedido que me hablara de otras opciones y aunque me ha comentado la posibilidad de volverlo a intentar con mis ovulos con una doble estimulación, la ovodonación no la ha borrado de su mapa mental y me la ha sumado a su gran pack «solucionalotodo». Aún tengo que hablar con mi doctora, que hoy estaba enferma, a ver ella cómo lo ve. Yo por el momento tengo una empanada mental y muchas dudas. To be or not to be, that’s the question. Sé que aún me queda mucho por luchar, y puede que tenga que recurrir a una ovodonación. Puede que al final lo consiga o que no, pero no dejaré de pelear por ese sueño que esta última vez casi he tocado con las manos.
Muchos besos, luchadoras incansables. Pronto conseguiremos nuestro sueño 😘😘😘